Vistas de página en total

martes, 21 de junio de 2011

Isabel Oyarzábal, una embajadora malagueña de la República



ISABEL OYARZABAL, UNA EMBAJADORA MALAGUEÑA DE LA REPÚBLICA

Enrique Girón

Hace unos años, concretamente el ocho de marzo de 2007 con ocasión de la celebración del Día de la Mujer Trabajadora, visitamos en el centro de Málaga una exposición con el título de La mirada recuperada, memoria de mujeres malagueñas organizada por el Ayuntamiento de la ciudad. El comisario de la exposición, Víctor M. Heredia, nos fue enseñando cada una de las secciones de la muestra en la que se podían ver breves semblanzas de malagueñas que en su día habían conseguido superar convencionalismos y abierto camino a las generaciones futuras, constituyendo su trayectoria vital un esclarecedor testimonio de superación frente a las limitaciones y convencionalismos impuestos por la sociedad de entonces. Entre otras figuraban María Zambrano, Trinidad Grund, Amalia Heredia, Rosa de Gálvez, Victoria Kent, Isabel Oyarzábal etc. Tras escuchar atentamente sus explicaciones nos señaló una vitrina donde se exponía un libro que llevaba por título I Must Have Liberty de una tal Isabel de Palencia. Lo primero que nos llamó la atención, como es lógico, fue que el libro estuviera escrito en inglés tratándose de una malagueña. Tras hojearlo brevemente vimos que se trataba de un texto concebido y escrito en la lengua de Shakespeare en 1940, que una editorial americana le había encargado a su autora y que en el fondo era un alegato a favor de la República. Isabel Oyarzábal Smith o Isabel de Palencia como solía firmar sus libros, tomando, como era costumbre de la época, el apellido del marido, fue una persona que rompería moldes ya desde su niñez.

Andrés Arenas, José Oyarzábal, Aurora Luque y Enrique Girón en la
inauguración de la sala Isabel Oyarzábal en Málaga el día 8 de junio.

Actriz, escritora, traductora, periodista y diplomática, Isabel Oyarzabal nos ha dejado en esta autobiografía escrita una vez finalizada la guerra, con el corazón todavía roto por la derrota, un testimonio fundamental para comprender la España del siglo XX. De temperamento inquieto, este polifacético personaje, hace un repaso de su vida primero en Málaga y después en Madrid donde entrará en contacto con las personalidades insignes de la política y de la intelectualidad. Tras luchar contra toda suerte de dificultades, irá ocupando, en la capital de España, puestos cada vez más relevantes en el Gobierno republicano. Antes de aceptar el cargo de ministro plenipotenciario en Suecia y Finlandia a finales de 1936, recibirá el encargo de viajar a Norteamérica y Canadá para recabar ayuda para la República. Isabel recorrerá 42 ciudades en 53 días, denunciando la hipocresía de los países a favor del Pacto de No Intervención. Durante ese extenuante periplo, no se cansará de defender la legitimidad de un gobierno elegido libremente por el pueblo, aunque pierde la objetividad al mencionar sólo la palabra España cuando se refiere a la zona republicana. Años más tarde, en 1945, ya plenamente instalada en México, escribirá de nuevo en inglés otra obra con tintes autobiográficos, Smouldering Freedom que relata las peripecias de la posguerra española y el posterior exilio de los que militaban en el bando republicano. México será para muchos españoles y también para ella, su segunda patria, donde sus hijos y nietos vivirán una vida plena sin perder de vista nunca la posibilidad de volver a España. Isabel Oyarzábal Smith pese a su longeva vida, 96 años, no consiguió cumplir el último de sus sueños: pisar de nuevo la tierra que le vio nacer. De hecho ella guardará toda su vida aquellas tres cintas con los colores de la República que quedaron en sus manos al abandonar el puerto noruego. Ese deseo de retorno orientará toda su vida y una parte considerable de su obra. Su cuerpo yace en el Panteón español de la capital mexicana desde 1974, un año antes del fallecimiento del general Franco. Ciento treinta y tres años después su nacimiento, la Editorial Almed acaba de publicar la traducción de I Must Have Liberty con el título de Hambre de libertad. Memorias de una embajadora republicana. También y a modo de reconocimiento a su figura se va a inaugurar una sala que lleva su nombre en su ciudad natal. Confiamos que a partir de este momento su figura quede para siempre ligada a esa larga nómina de mujeres luchadoras por la libertad del siglo pasado. Que así sea.

Enrique Girón es co-traductor del libro Hambre de libertad: memorias de una embajadora republicana (editorial Almed)


No hay comentarios:

Publicar un comentario